Los ecommerce sostenibles son la nueva tendencia de compra a la que todas las tiendas deberán adaptarse

El ecommerce en España creció un 29% en 2018 respecto al año anterior, según datos del último estudio del CNMC. Es solo una cifra más que demuestra cómo los españoles nos acostumbramos a gran velocidad al medio online. Las marcas son conscientes de ello: se adaptan y evolucionan con nosotros para intentar que el servicio esté a la altura del usuario. Y ahora, se presenta un nuevo reto: generar un ecommerce sostenible.

Vivimos una crisis medioambiental que cada vez está calando más hondo en la sociedad y está modificando el comportamiento de los consumidores, que no solo demandan una oferta sostenible, sino que están dispuestos a pagar más por ella. Un estudio de Nielsen revelaba que el 73% de los consumidores globales cambiaría sus hábitos para reducir el impacto ambiental, y la International Post Corporation mostró que el 50% querría que la entrega de sus pedidos fuera carbon-neutral. Y, además, el 44% pagaría algo más por ello.

En España, el dato se replica: 73% de los españoles ya compra condicionado por motivos éticos o de sostenibilidad, según revelaba un estudio de la OCU.

Este cambio en el comportamiento de compra supone una gran oportunidad para las marcas que intentan aprovechar lanzando ecommerce sostenibles. Poco a poco van desterrando el plástico para contar con paquetería de cartón y otros materiales. El ecommerce tiene, sin duda, una cara sostenible: con la desaparición y centralización de tiendas físicas se ahorran grandes gastos energéticos y emisiones para las entregas a tienda y la mayoría del proceso de compra ocurre online sin ningún impacto para el medioambiente.

Pero el problema está en el momento de la entrega de pedidos, lo que se conoce como la “última milla”. Un estudio de Ethic sentencia que “el sector del transporte supone más del 10% de las emisiones de gases de efecto invernadero”: según el estudio, 25 pedidos ‘online’ contaminan más que una jornada de compras en coche privado a un centro comercial. España es, además, el segundo país de Europa que más envíos devuelve, con una alarmante tasa del 6,29% según Idealo.es.

Algunas marcas intentan adaptar su ecommerce a la que ya es una nueva necesidad para el consumidor, ofreciendo alternativas más sostenibles. Como tantas veces, las pequeñas marcas pueden tener la respuesta. Es el caso de Pañales Pingo, que ofrece envíos bajos en CO2 y embalaje sostenible a la hora de realizar un pedido. Las empresas de reparto tienen una gran responsabilidad en sus manos: algunas como Seur trabajan en la optimización de rutas, la conducción eficiente y la mejora de los ratios de entrega al primer intento para reducir emisiones.

La realidad es que con un panorama cambiante y en transformación, reaccionar a tiempo a las nuevas tendencias de compra es fundamental para seguir compitiendo y creciendo. Y en esta tendencia de compra hay grandes posibilidades para el ecommerce de generar más conversiones y, sobre todo, una mayor lealtad del cliente. En los próximos años, veremos grandes avances en el camino hacia un ecommerce sostenible.